Este humilde emprendedor, quien junto a su familia está al frente de una pequeña carnicería en Las Mercedes, relató como con esfuerzo y dedicación, se puede ofrecer alternativas a un pueblo golpeado por la crisis, dijo que “me he dedicado a trabajar con los mejores cortes del traste de ganado, para que la carne no falte en la mesa de los victorianos”.
Uribe relató que le tocó emigrar hace un tiempo a República Dominicana, dejando su tienda donde ofrecía servicio técnico para teléfonos celulares, “allá aprendí en 4 años de un pueblo que vivió una profunda crisis económica, de la que salieron con constancia y trabajo…”, en ese país comenzó soldando y limpiando en una empresa, donde en pocos meses se convirtió en un empleado de confianza.
Hace poco decidió abrir su carnicería, con la ayuda de su vecino Guillermo Martínez, a quien agradeció “el apoyo incondicional” para levantar su negocio, “gracias a él consigo inmejorables precios, y ofrezco al público panza, bofe, patas, rabo, lengua, hígado, corazón, riñón, pajarilla…que son una excelente opción para aliviar el bolsillo.
“Nuestro lema es vender sin desangrar al pueblo, por lo que con pequeños márgenes de ganancia podemos ayudar a muchos sin dejar de ser prósperos y productivos”. Asegura que “todos los costos se cubren, se saca el porcentaje del punto y hasta la bolsa, y aún así nadie vende más barato que nosotros”.
“Aquí un kilo de panza cuesta mucho menos que en otros sitios, y así sucede en todos nuestros productos, al punto que volvemos locos a la competencia”, igualmente vende a buenos precios los cortes tradicionales, charcutería, queso, y pollo entero y picado.
El mensaje de este comerciante fue que “en las crisis hay que darse la mano, para que juntos podamos salir de ella lo más pronto posible”, invitó a los victorianos a conocer sus instalaciones y a probar la calidad de sus productos, visitándolo en el sector 1 de Las Mercedes, justo frente al estacionamiento del Central Madeirense, diagonal al antiguo IUTAR.
FOTOS: JESÚS CASTRO