Muchas conjeturas y comentarios han surgido en Venezuela luego de haberse conocido los resultados de los más recientes comicios electorales regionales realizados el pasado 21 de noviembre y en los cuales las fuerzas oficialistas (PSUV y sus partidos aliados) obtuvieron una contundente mayoría.
El municipio Ribas del estado Aragua no ha escapado de esta situación en la cual diversas personalidades de diferentes sectores sociales de la comunidad han opinado sobre el tema.
Uno de ellos es el conocido comerciante y dirigente empresarial Oswaldo Acuña quien respondiendo las interrogantes de los periodistas afirmó:
Dice una de las leyes de Newton que “toda acción genera una reacción”, es decir que todo lo que se hace tiene consecuencias, si lo que se hace es bueno tiene consecuencias buenas y si lo que se hace es errado, obviamente los resultados no serán los mejores y eso fue precisamente lo que ocurrió a las fuerzas o partidos de oposición en el municipio Ribas…En esta campaña se cometieron (o cometimos) muchos errores y esos errores se tradujeron en la ya conocida derrota electoral.
En primer lugar –puntualizó Acuña- nunca hubo un acuerdo real en torno a las candidaturas por lo que las fuerzas contrarias al gobierno (que se mantuvo sólidamente unido en torno a un solo candidato) llegaron a las elecciones con por lo menos 4 o 5 aspirantes y cada uno de ellos con planchas diferentes e incluso algunos de ellos con tarjetas distintas y con equipos de concejales diferentes. Pero no conforme, y esto lamentablemente no es un secreto para nadie, durante todo el proceso tuvo lugar una verdadera guerra de ataques verbales entre algunos de los más destacados dirigentes de la oposición lo que, evidentemente, desmotivó a muchas personas que incluso no fueron a votar.
Pero lo peor –añadió el declarante- es que hoy, después de pasadas las elecciones, esta guerra de descalificaciones continúa.
Es necesario entender –prosiguió- que si realmente se quieren cambios en nuestro municipio y, consecuentemente en el país, es imperativo priorizar las coincidencias por encima de las disidencias. Estamos claros que, como demócratas que somos, en la oposición tenemos y tendremos diferentes puntos de vista y opiniones pero, como dije antes, hay que entender también que nuestro objetivo principal no puede ser enfrascarnos en estas diferencias sino la búsqueda del rescate de nuestro país. No podemos seguir manejando el criterio de que existen varias oposiciones, no podemos seguir utilizando descalificativos entre nosotros, como el caso de llamar “alacranes” a determinados sectores que en algún momento tomaron posiciones que no agradaron a otros. En fin, no podemos seguir viendo el futuro con la nuca, no podemos tomar este resultado electoral como un fracaso definitivo, por el contrario, debe ser el punto de partida para más que sentarnos, centrarnos a buscar una solución cierta y definitiva a esta grave situación que vive el país hace más de 20 años y eso sólo se logra creando una plataforma de soluciones que vayan mucho más allá del tema electoral y que aborden de manera seria y ordenada todos y cada uno de los problemas que enfrentamos, pero que unidos podemos resolver.