Cuando Josué Benjamín Figueroa, de tan solo 11 años de edad, entra a algún lugar, lo hace con su caja de materiales bajo el brazo izquierdo y saluda con el derecho. La misma rutina la repite una y otra vez, desde los 4 años, cuando su vida cambió gracias al uso de la plastilina.
“Estábamos paseando por una juguetería y vimos un muñeco de Mario Bros que me encantó, pero mi mamá no podía pagarlo en ese momento y me fui super triste. Al día siguiente llegó mi papá con una caja de plastilina e hizo un muñeco idéntico al de la tienda, lo que me impresionó mucho”, relató en exclusiva para El Diario.
Emocionado y con el muñeco en sus manos, según comenta, jugó todo lo que pudo, hasta que de tanto manipularlo se deshizo. La figura, sus contornos y los colores que la integraban, regresaron a su forma original: simple plastilina amorfa que, días después, le sirvió de materia prima para fabricar otras esculturas gracias a su creatividad.
A través de los años el pequeño valenciano fue perfeccionando su talento y sus padres, Alex y Elena, le crearon sus redes sociales para documentar cada una de las figuras que creaba. Además del apoyo que obtenía por Internet, sus progenitores han hecho sacrificios para poder proveerle los materiales necesarios para sus diseños.
Cuando describe sus esculturas no puede dejar de mencionar las más recientes, que considera sus favoritas: los cantantes José José y Alejandro Sanz. En esa colección personalizada se encuentra el Joker, interpretado por Joaquin Phoenix, cuya interpretación le valió un Oscar este 2020.
Sin embargo, la de los dos cantantes no las conserva, pues las regaló el año pasado cuando viajó a México, la primera al cantante español y la segunda a la familia del mexicano, quien había fallecido recientemente.