Desde muy temprano en la tarde, prácticamente desde el mediodía, un numeroso grupo de personas, entre los que se encuentran hombres, mujeres, niños y ancianos, hacen fila en la calle Dr. Carías de La Victoria, entre la Av. Loreto y la Calle Adarraga, para tratar de abordar una buseta que los traslade hacia su lugar de residencia: El Pao de Zárate.
Según informaron los mismos pasajeros, una escena similar a esta, pero en horas de la mañana, se observa en la parada de esta zona rural hacia La Victoria.
“Un verdadero martirio vivimos los residentes de El Pao cuando tenemos que venir a La Victoria o ir a Maracay para realizar compras o hacer cualquier diligencia”.
Así se expresó Petra Salcedo vecina de La Candelaria, capital de la parroquia El Pao.
“Hoy vine a hacerme unos exámenes médicos y para llegar a la hora de la cita tuve que levantarme a las 4 de la mañana para poder agarrar camioneta”
Igualmente Yajaira Quintero, usuaria del transporte La Victoria – El Pao señaló:
“Hace ya mucho tiempo que este transporte colapsó. Son muy pocas camionetas para el número de pasajeros.”
“Este problema -prosiguió Quintero- se agravó con la escasez de la gasolina. Muchas veces nos hemos tenido que quedar aquí en La Victoria, en casa de algún familiar, porque las camionetas nos dejan o no les alcanzan los puestos”
La Parroquia
La parroquia rural Pao de Zárate, ubicada al sur del Municipio José Félix Ribas, colindante con el Municipio Ezequiel Zamora a través de los Valles del Tucutunemo, es una importante zona de vocación agrícola y pecuaria.
Durante mucho tiempo fue uno de los principales surtidores de hortalizas y frutos menores tales como limones y aguacates para la región central del país así como también un importante productor de leche.
Hoy en día se encuentra bastante disminuido tanto por la situación general que vive Venezuela como por el acoso de bandas delictivas que han tomado a El Pao como uno de sus centros de operaciones.
Tradicionalmente El Pao ha sido considerado como “satélite” de La Victoria, es decir que sus habitantes tienen que desplazarse hasta la capital del municipio para poder hacer compras, trámites legales y acceder a algunos servicios, lo que hace aún más grave el problema de transporte.
FOTO: JESÚS CASTRO