La nueva ola de COVID 19, que consigo trae la mortal y agresiva cepa brasileña, cobra una nueva vida en la ciudad de La Victoria, donde este enemigo invisible ha enlutado decenas de hogares. Esta vez se trata de la popular estilista y productora de eventos Dileyda, quien fue famosa en los 80 por sus exuberantes fiestas y su peculiar manera de vestir.
A propósito de esta pérdida, desde el diario El Pregón extendemos a sus familiares nuestras sentidas y sinceras palabras de condolencia, y nos tomamos la libertad de reproducir un hermoso escrito tomado del Facebook personal de nuestro amigo Franco Colmenares, quien dedico unas hermosas líneas a esta dama victoriana, que dejó de existir por complicaciones relacionadas al COVID.
MÁS QUE PENSANDO…………….MEDITANDO QUE:
LA NIÑA QUE NUNCA QUISO CRECER. LA DE LA ETERNA JUVENTUD
DEDICADO A MI QUERIDA DILEYDA
La conocí tal vez hace más de 40 años, no recuerdo donde pero sé que fue en mi pueblo y era junto al Gordo Caputo de las más nombradas personalidades del mundo de los Atelier y centros de embellecimiento de mi pueblo
Existía entre ellos la sana competencia en cada fiesta, en los famosos desfiles de moda del San Ciro, de la Lechuza y de cualquier guateque social en el que se desbordaba la asistencia de nuestra sociedad Victoriana.
Su aniñada voz y su actitud me recordaban a las pubertad de mi infancia, aquellas que emulaban a las Shirley Temple de los 50, siempre coqueta, siempre sonriente aparentemente despistada pero pendiente de todo a su alrededor.
Dileyda para mí fue la Niña Que Nunca Quiso Crecer. Una persona que le Gustaba jugar a vivir a disfrutar de esa vida, pocas veces la vi molesta, le importaba 3 pitos lo que pudiesen comentar, se vestía como se sentía y fue siempre autentica. Podía tener hoy moño, mañana una cola o simplemente al otro día clinejas, igual le daba si así se sentía bien. Todos los colores del mundo eran permitidos en su vestir y se combinaba o se contrastaba si le parecía bien.
Era guapa y risueña, simpática y jovial, nunca creo que nadie supo su edad cronológica tenía la que quería tener, la de la eterna juventud.
Las fiestas de disfraces de otrora en la victoria, que por cualquier motivo se festejaban en mi pueblo, eran escenario de competencia para demostrar cuan creativa era la imaginación de muchos y entre ellos Dileyda. Caputo, Gassan Badin, Franco Alberto, Franco Aguilar, Chiro y su esposa y muchos más que ahora no recuerdo, eran esperados en aquellos largos eventos para ver con que indumentaria harían acto de presencia. Ella y Caputo se repartían gran parte de nuestra sociedad desde los días previos en sus salones para peinar, despeinar y transformar a cuantos llegaban
Fue la eterna niña, la que peinaba a sus clientas con el amor y la dedicación con la que tal vez peinaba a sus muñecas de su infancia, disfrutaba y amaba lo que hacía, se reía a carcajadas y hasta se sonrojaba inocentemente cuando escuchaba algún comentario perturbador o de chanza.
Seguro estoy fue la confidente de tantas de sus clientes que con el tiempo derivaron en sus amigas. Fue el paño de lágrimas de tantas decepciones amorosas y el hombro de muchas señoras y señoritas y porque no de tantos amigos también.
Dileyda fue y será un entrañable personaje que se hizo querer en una pequeña pero exigente sociedad signada por el caudillismo de los siglos 19 y 20 anteriores en donde te querían o te odiaban. A TI TE QUISIERON.
Era divertida, con salidas inesperadas, bromista, pero cauta, buena hija, madre y amiga.
Sé que la Victoria entera la llorara y sentirá ese gran vacío que dejara entre quienes tuvimos el placer de conocerla, tratarla, compartir en algún momento de nuestras vidas. Te vas joven no solo en edad sino en espíritu, nos dejas inesperadamente en estas lamentables circunstancias en la que sentiremos aún más tu ausencia, ahora quien pondrá guapas a tus chicas coquetas de tu pueblo Victoriano.
Hasta siempre mi querida y admirada amiga, cuantas habrían querido ser como tú y no de dejar de ser nunca LA ETERNA NIÑA que vivió su eterna infancia y juventud sin importarle el mundo, hasta yo te envidie, con sana envidia, ser como eras.
ERAS Y SERAS SIEMPRE TU, AUTENTICA Y UNICA IRREPETIBLE.
HASTA SIEMPRE DILEYDA
Francisco “Franco” Colmenares
El Cara E Libro
Ciudad de México 30 de Marzo de 2021